Un desayuno balanceado, el mejor aliado de los niños en vacaciones, sobre todo por el desgaste de energía que se provoca en este tiempo.
Una buena comida en la mañana garantiza que los menores tengan un mejor rendimiento físico e intelectual y ayuda a equilibrar el aporte de nutrientes a lo largo del día.
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Con la llegada de las vacaciones, los niños suelen despertarse más tarde y omitir la comida más importante del día: el desayuno.
Esto puede ser perjudicial para el menor, ya que una alimentación saludable en la mañana no solo contribuye a la prevención de enfermedades, también ayuda al crecimiento de los niños y evita el déficit de nutrientes.
Por esta razón, se debe crear una cultura entorno al desayuno que, en compañía de los padres, ayude a generar hábitos saludables en los menores.
De acuerdo con Fernando Charry, médico pediatra adscrito a Colsanitas, “lo ideal es convertir las mañanas en espacios para fortalecer los lazos familiares. Sobre todo en esta época de final de año, pues tenemos suficiente tiempo para comer con calma, sin afanes ni distracciones”.

La comida y sus beneficios
Un desayuno balanceado, el mejor aliado de los niños en vacaciones, es por ello que sin duda es la mejor forma de comenzar el día es con una comida energizante, rica y fácil de consumir.
Por esta razón, Colsanitas recomienda los siguientes alimentos para tener un desayuno balanceado:
- Cereales o harinas: proporcionan la energía o el combustible necesario para desarrollar las actividades diarias y además son fundamentales para tener un crecimiento adecuado. Consumir cereales favorece la ingesta del calcio que proviene de la leche, al mismo tiempo que aportan vitaminas del complejo B y minerales como hierro. Además, contienen fibra para la buena digestión.
- Frutas: son esenciales para iniciar la primera comida del día, ya que son una excelente fuente de vitaminas. Se pueden consumir enteras o en jugos, siempre que sean naturales.
- Proteínas: sin estos alimentos no hay formación de tejidos en el organismo y el niño no puede crecer ni desarrollarse como debe ser. El huevo, la carne, el pollo, el queso, entre otros, no pueden faltar en el menú infantil. Las familias vegetarianas deben asesorarse muy bien para garantizar un buen aporte de proteínas para los niños.
- Los lácteos: como leche o yogures, proporcionan proteínas, azúcar (lactosa) y minerales como el zinc, el magnesio y el calcio, que son de gran importancia en la infancia y a lo largo de la vida, a pesar de que se haya finalizado la etapa del crecimiento.
